El día de tu boda debe ser un día exclusivamente para ti y para tu pareja.
La familia y los amigos estarán ahí pero los protagonistas de la boda no serán otros que vosotros dos.
Es un día para ser feliz, ilusionarte, disfrutar, llorar de alegría y reír.
Sí, reír.
Porque si tú disfrutas, todos disfrutarán. No importará que llueva, que el catering vaya lento, que haga 40º a la sombra.
Porque en una boda, vosotros dos seréis quienes marquen su transcurso, será el día más feliz de vuestra vida y eso nadie ni nada podrá cambiarlo.
Baila hasta que tus pies no puedan más, ríe hasta que el flato te dé la bienvenida, llora si tus lágrimas son de felicidad y sonríe por todo lo que está por llegar.
Que la preparación de tu boda sea íntima, personal y os refleje a los dos. Elige lo que os encante, da igual que rompa patrones, sé original y apuesta por vuestra personalidad.
Y con el vestido de boda pasará igual, escoge aquel que te haga soñar, volar y ser tú misma.
Porque para un día así, deberás sentirte cómoda con lo que lleves y feliz, muy, muy feliz.
Por ello, el post de hoy lo dedico a esa pieza tan importante como es el vestido.
Y es que la elección de un vestido u otro dependerá de muchos aspectos y el lugar de celebración será uno de ellos.
Vamos a dar un paseo por 3 espacios diferentes para tu boda y ver qué tipo de vestido encaja a la perfección en cada uno de ellos.
Boda silvestre
Una boda en un jardín, un bosque o incluso un invernadero.
Como si del sueño de una noche de verano se tratara, el conjunto ideal sería un vestido sencillo, sin estridencias, con una tela de gran caída y escote pronunciado en la espalda.
Una seda ligera, un tul que enamore.
Un vestido con poca cola y un ramo de flores silvestres.
Acompáñalo de un detalle que lo complete, de un tocado que sintonice con la magia del lugar y una melena al viento.
Boda real
Una boda en un castillo, en un palacio, en un espacio histórico.
Una boda donde te convertirás en una auténtica princesa.
Donde las piedras y las paredes susurren años de historia y sus salones y espacios hablen de eventos y bailes celebrados siglos atrás.
Un vestido romántico, con delicados bordados y un escote ligero.
Un medio recogido y un pequeño tocado acompañarán el conjunto y un ramo clásico de flores será el toque final.
Un vestido femenino y poderoso, que saque a la mujer fuerte, segura y especial que llevas dentro.
Boda en la ciudad
Una boda metropolitana requiere de un vestido diferente.
Madrid, Barcelona, Pamplona, Valencia…Ciudades que serán testigo de un día único.
La multitud de sus calles, la sincronía de sus edificios, los adoquines de sus rincones y el color de sus tiendas envolverán la boda.
Y, ¿qué mejor elección que un vestido que mezcle la modernidad de sus barrios nuevos con el clasicismo de sus cascos antiguos?
Un vestido clásico pero con un toque original.
Un vestido que llegue y no pase desapercibido, un estilo actual, vanguardista pero sin perder de vista la sencillez.
Porque en la combinación estará la receta del éxito.
Y tú, ¿qué vestido escogerías para cada ocasión?
Elige el vestido que más te guste, con el que siempre hayas soñado.
Una ayuda siempre viene bien pero al final de todo, serás tú quien lo lleve, por lo que la decisión ha de ser solo tuya.
Cierra los ojos, imagínate que ha llegado el día y piensa cómo será tu conjunto ideal.